miércoles, 4 de junio de 2008

¿Qué es el amor? No lo sé.
Un suspiro de un ángel, una mirada o una vida.
No lo sé.
Quizás te acomodas a lo que tienes y, ese suspiro, esa mirada, ya no la sientes igual.
Es un ciclo. Un ciclo cerrado.

Dicen que el amor verdadero dura para siempre. No lo creo.
Aunque un día te levantas, observas a tu alrededor y vuelves a sentir ese suspiro, esa mirada clavada que hace que te recorran mil mariposas el estómago, que hace que sientas más fuerte la sístole que la diástole, que te quedes quieta pensando en... nada.

martes, 3 de junio de 2008

Porque para ser más feliz hay que pensar en las pequeñas cosas.

Me gusta el azul. No se por qué, pero me gusta.
Me da armonía.
Me gusta en todos su tonos: celeste, añil, marino, rotulador...
Siempre me han dicho que el azul es de chico, pero nunca lo creí. Por qué no puede gustarle a una niña, por qué un niño no puede elegir cuál es su color favorito sin prejuicios.
Si me compro una camiseta, que sea azul; si me compro un boli, que sea azul; si me compro una casa, que sea azul... Si miro al cielo, que sea azul.

Simplemente porque sí. Me gusta.

domingo, 1 de junio de 2008

Semana musical...

Esta semana, para mí, ha sido muy musical.
Para empezar, he estado inquieta y expectante por el concierto de El canto del loco que daban el viernes en Cáceres con motivo de las Ferias de San Fernando. Cuando llegó el día me desilusioné un poco a causa del tiempo, pero gracias a Dios y a las nubes, parece que dejó que pudiésemos disfrutar del espectáculo.
El concierto empezó puntual e impactante, con un gran juego de luces con cuenta atrás incluida y... allí estaban. Fue genial. Dani es un crak total, con un punto chulo que atrae la atención del que lo mira. Nos ofrecieron todas las canciones que esperamos, aunque eché de menos algunas míticas del grupo.
En definitiva, espectacular.

Para terminar la semana, me encuentro por la red el videoclip de El desván del duende de su tema A volar. Una grata sorpresa que me ha confirmado que este grupo es uno de los mejores exponentes extremeños del panorama musical que tenemos en la actualidad.
Con este vídeo han transmitido el buen rollo que ponen en cada una de las canciones y en los escenarios, la marchita que contagian y la buena gente que son.
Así que solo me queda darles la enhorabuena y desearles todo lo mejor porque así, los que les seguimos, podremos continuar disfrutando de su música y su buen hacer.

viernes, 9 de mayo de 2008

Hoy tengo una duda...

Durante mi corta e inexperta experiencia docente me asolan miles, no, millones de dudas al día. Pensar cuál es la técnica de aprendizaje más convenientes para mi aula en general, y cuál habría utilizado para un alumno en particular; pensar si hice bien en mandarles leer Patero y tú (adaptado para niños) o si debí hacer que leyesen también el Cid (idem); creer que han aprendido a calcular las áreas de los polígonos y pensar que el concepto de superficie es abstracto,etc., y así podría estar divagando durante horas.

Pero si hay una cosa que tengo clara es que no quiero ser la maestra autoritaria ni la pedante que pasa de todo, sino que quiero llegar al consenso con mis alumnos dándole así libertad de expresión y, al mismo tiempo, dejar que desarrollen su personalidad individual en el aula, sin que esto signifique anarquía ni descontrol. Por ello, hace unos días un alumno me pidió que realizásemos un ejercicio de valoración de la convivencia. Este no es otro que el famoso panel de Fama, porque este programa ha dejado traumatizados, incluso, a los más adultos, y les ha aportado unos patrones de actuación y de personalidad que no son los adecuados, influyendo así en su vida hasta tal punto de pedirme encarecidamente la realización de esta actividad que consiste, básicamente, en poner un punto positivo al compañero que más nos ha ayudado durante la semana y un punto negativo al que no nos ha respetado o nos ha molestado, e resultado es la aplicación de una recompensa al mejor de la semana y de una penitencia al peor.

Sin más dilación diré que en un principio no me gustó nada en absoluto la idea pero que después de pensarlo y, teniendo en cuenta, que la idea venía de un alumno que carece de la suficiente autoestima en el aula, creí que decir que sí sería una forma de reforzar positivamente al chico y que no vendría mal que algunos de los compañeros que peor comportamiento tienen viesen que su actitud no agrada a los demás alumnos.
Bueno, pues hoy a última hora, después de replanteármelo varias veces, decido hacer el famoso ejercicio. En un principio todo iba bien, bueno, ignorando los comentarios infantiles de: "sí, le has puesto un punto positivo porque te gusta", cosa que ya me esperaba de antemano. Todo cambia cuando gran parte de los puntos negativos se centra en los alumnos que tienen problemas de comportamiento en el aula, cosa que tampoco me sorprende, y no debería sorprenderles a ellos porque contínuamente estoy llamándoles la atención en este aspecto y más de una vez han estado castigados por ello.
Uno de ellos, el del efecto Urkel (actúa pero no se hace responsable de los hechos y recurre a la molesta coletilla de "yo no he sido") ve que es el que más puntos negativos tiene, aunque también le dan uno positivo, y, veo como la cara le cambia por momentos. La evaluación termina y acaba ganando él a negativos, veo que su cara se queda mustia y los ojitos le brillan. Insisto en que esta actividad nos sirve para comprobar que hay cosas que aunque a nosotros nos parezcan divertidas a otra persona puede molestarle, aún así no cambia la actitud y ya veo su enfado. Resalto que también le han dado un punto positivo y que hay que quedarse con las cosas buenas porque lo "malo" podemos cambiarlo, pero aún así sigue disgustado.
Finalmente decido llamarlo y le explico que su penitencia consistirá en cambiar su actitud intentando que la próxima semana todos los compañeros noten ese cambio, pero hace oidos sordos y sale por la puerta enfadado y triste. Tras varios segundos, entra una alumna y me cuenta que está llorando, salgo por él pero se va corriendo sin hacerme caso.

Ahora bien, mi duda es: ¿he hecho bien realizando esta actividad?
En un principio creí que podría hacer que los que se portan mal recapacitasen y mejorasen su actitud para con los demás, pero, ha resultado todo lo contrario, los alumnos que peor comprotamiento tenían cada vez que sus compañeros decían algo desfavorable de ellos se reían y, el alumno, que estaba mejorando su comportamiento, al menos en el aula, ha salido llorando por la crítica de sus compañeros. ¿Realmente he conseguido que se replanteen su actitud y que sean autocríticos con el fin de mejorar en el respeto? o, tal vez, ¿he errado y conseguido que un alumno se sienta, quizá, infravalorado hasta el punto de empeorar su conducta en el aula y disminuir su autoestima?

jueves, 24 de abril de 2008

Un poquino de ritmo






Como dije, empezaré ha añadir algunos guiños sobre música, porque la música forma parte de nuestra vida y creo, fielmente, que cada etapa tiene una banda sonora.
He decidido que sea Song 2 de Blur porque este grupo animó muchos momentos entre amigos, de marcha y de soledad cuando yo era un poco, solo un poco, más joven. Sin duda fui una gran fan de este grupo, de las que cuelgan pósters en la habitación y que se compraban la Súper Pop y no me avergüenzo de ello (jaja).
Sin duda hoy, al escucharla otra vez me ha traído muchos recuerdos y todos eran buenos, pero, sobretodo, ha devuelto la locura y energía que transmite la canción.

viernes, 18 de abril de 2008

Refuerzo sin esfuerzo

Iniciada la puesta en marcha del programa de refuerzo educativo que, según la Consejería de Educación, vendrá a mejorar el índice de fracaso escolar, volvemos a reflexionar los docentes extremeños. No nos sorprendió en su momento el anuncio del Plan específico de refuerzo para la consecución de los niveles imprescindibles de promoción y titulación . No porque no nos hubieran consultado o tenido en consideración, eso es algo a lo que ya deberíamos estar acostumbrados, sino porque desde el curso pasado se veía venir que lo que se iba a llevar a cabo en determinados centros, con el tiempo se haría extensivo a todos.

Sí sorprende que los propios docentes que saben qué alumnado se encuentra en fundado riesgo de llegar a las pruebas extraordinarias sean los que desarrollen el plan y den clases particulares a los alumnos de los compañeros. Luego viene el lío. De cualquier forma, me consta que los padres cuyos hijos no han tenido buenos resultados en la primera evaluación y están pendientes de su desarrollo educativo ya llevan otro trimestre poniendo remedio y no han esperado hasta abril, a dos meses de final de curso. Ahora mismo se plantea el problema de que se tenga que trabajar con los alumnos que no quieren hacer nada por la mañana y por la tarde en una jornada maratoniana que podría ir de 8.30 a 20.00 horas, a la que hay que añadir el tiempo de transporte de los alumnos y desplazamiento del profesorado, en su caso. No se tiene en cuenta que los docentes ponemos nuestra vida en marcha con el ciclo escolar, en esas cábalas por conciliar la vida familiar y laboral compaginando actividades extraescolares de los hijos, deberes e, incluso, vida propia. Tampoco se tiene en cuenta que tenemos todas las de perder ante los padres y la opinión pública si un centro no se suma al plan ("Es que quieren trabajar lo menos posible") o si después de ir a las clases de refuerzo no aprueban los alumnos ("Es que no explican bien").

Por lo tanto, el futuro está más que visto. En los cursos venideros se volverá a la jornada partida de antaño de manera natural -- por cierto, en la que yo estudié-- y en la que se puso tanto empeño en hacer continua, y veremos hasta dónde llegan las compensaciones económicas. Como aviso, en la Comunidad valenciana ya se lleva a cabo, pero se ahorran el gasto compensando al profesorado con cien créditos válidos a efectos de sexenios, traslados y oposiciones; pero lo mejor es que se tiene en cuenta a efectos de la concesión de comisiones de servicio. Como siempre habrá quien se venda por un mísero complemento y ante este panorama de fundado riesgo de perder derechos ya logrados y degradación de las condiciones laborales del profesorado, quedan pocas soluciones: el absentismo, el rechazo, la oposición frontal o la participación activa en las movilizaciones que puedan convocarse al efecto.

Está claro que nuestro sistema se sustenta en los principios de premio y castigo; los esfuerzos económicos y humanos siempre van a los que no los aprovechan en aras de la compensación de dificultades; y si no, que le pregunten a los alumnos que aprueban todo en junio y no tienen que ir a las pruebas extraordinarias; se les obliga a seguir asistiendo al centro, pero no sabemos qué hacer con ellos. A mí se me ocurre que la Administración idee un Plan específico de compensación para alumnos con fundado esfuerzo que consista en llevarlos a practicar inglés al extranjero, a hacer la ruta de los parques naturales o a repasar arte y cultura por las capitales de Europa. Si llega ese día, lo tengo muy claro: me ofreceré voluntaria.

*Profesora de Inglés y miembro del Comité Ejecutivo del Sindicato PIDE.


Periódico Extremadura, viernes 18 de Abril de 2.008



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Esto, señores, es lo que pretende el MInisterio de Educación, después de ampliar el abanico de suspensos en la ESO quieren que los maestros nos convirtamos en profesores de clases particulares.

Menudo roto para un descosio.


Y así quieren mejorar la educación, haciendo ir a los niños que pasan de estudiar por la tarde, al final la escuela pública se convertirá en una guardería porque si los alumnos pasan de las clases por la mañana, más lo van a hacer por la tarde, eso está claro.
Quizá hay casos en los que esto puede funcionar, por ejemplo niños que tienen problemas de abstracción matemática o de comprensión en el lenguaje, pero, para hacer de este refuerzo un arma eficaz se necesitarían especialistas que evaluasen las capacidades de los alumnos, y, esto significaría ampliar la bolsa de empleo y por ahí el Ministerio no pasa, estoy segura.
Bajo mi opinión la solución sería aumentar la plantilla de maestros para disminuir la ratio de las aulas, porque si en cada clase tuviésemos entre 15 y 20 alumnos las cosas serían diferentes, pero esto es una utopía, la realidad es que cada día nos enfrentamos con aulas de Infantil y Primaria que, rara vez, bajan de 30 alumnos, entre los que el nivel sobresale por su amplía gama, cuando no te encuentras que en un mismo aula tienes niños autistas, hiperactivos, de incorporación tardía y de diversidad étnica.
Señores, esta es la realidad de las aulas y esto es lo que hay que cambiar, después ya veríamos si era necesario el refuerzo educativo.

martes, 1 de abril de 2008

Un poquino de ritmo




A partir de ahora añadiré a mi blog canciones que, de una manera u otra, han marcado mi vida, bien, por lo que me sucedió mientras las escuchaba, por el sentimiento que me nació al oírlas o porque sí, simplemente.