martes, 3 de junio de 2008

Porque para ser más feliz hay que pensar en las pequeñas cosas.

Me gusta el azul. No se por qué, pero me gusta.
Me da armonía.
Me gusta en todos su tonos: celeste, añil, marino, rotulador...
Siempre me han dicho que el azul es de chico, pero nunca lo creí. Por qué no puede gustarle a una niña, por qué un niño no puede elegir cuál es su color favorito sin prejuicios.
Si me compro una camiseta, que sea azul; si me compro un boli, que sea azul; si me compro una casa, que sea azul... Si miro al cielo, que sea azul.

Simplemente porque sí. Me gusta.

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