jueves, 24 de abril de 2008

Un poquino de ritmo






Como dije, empezaré ha añadir algunos guiños sobre música, porque la música forma parte de nuestra vida y creo, fielmente, que cada etapa tiene una banda sonora.
He decidido que sea Song 2 de Blur porque este grupo animó muchos momentos entre amigos, de marcha y de soledad cuando yo era un poco, solo un poco, más joven. Sin duda fui una gran fan de este grupo, de las que cuelgan pósters en la habitación y que se compraban la Súper Pop y no me avergüenzo de ello (jaja).
Sin duda hoy, al escucharla otra vez me ha traído muchos recuerdos y todos eran buenos, pero, sobretodo, ha devuelto la locura y energía que transmite la canción.

viernes, 18 de abril de 2008

Refuerzo sin esfuerzo

Iniciada la puesta en marcha del programa de refuerzo educativo que, según la Consejería de Educación, vendrá a mejorar el índice de fracaso escolar, volvemos a reflexionar los docentes extremeños. No nos sorprendió en su momento el anuncio del Plan específico de refuerzo para la consecución de los niveles imprescindibles de promoción y titulación . No porque no nos hubieran consultado o tenido en consideración, eso es algo a lo que ya deberíamos estar acostumbrados, sino porque desde el curso pasado se veía venir que lo que se iba a llevar a cabo en determinados centros, con el tiempo se haría extensivo a todos.

Sí sorprende que los propios docentes que saben qué alumnado se encuentra en fundado riesgo de llegar a las pruebas extraordinarias sean los que desarrollen el plan y den clases particulares a los alumnos de los compañeros. Luego viene el lío. De cualquier forma, me consta que los padres cuyos hijos no han tenido buenos resultados en la primera evaluación y están pendientes de su desarrollo educativo ya llevan otro trimestre poniendo remedio y no han esperado hasta abril, a dos meses de final de curso. Ahora mismo se plantea el problema de que se tenga que trabajar con los alumnos que no quieren hacer nada por la mañana y por la tarde en una jornada maratoniana que podría ir de 8.30 a 20.00 horas, a la que hay que añadir el tiempo de transporte de los alumnos y desplazamiento del profesorado, en su caso. No se tiene en cuenta que los docentes ponemos nuestra vida en marcha con el ciclo escolar, en esas cábalas por conciliar la vida familiar y laboral compaginando actividades extraescolares de los hijos, deberes e, incluso, vida propia. Tampoco se tiene en cuenta que tenemos todas las de perder ante los padres y la opinión pública si un centro no se suma al plan ("Es que quieren trabajar lo menos posible") o si después de ir a las clases de refuerzo no aprueban los alumnos ("Es que no explican bien").

Por lo tanto, el futuro está más que visto. En los cursos venideros se volverá a la jornada partida de antaño de manera natural -- por cierto, en la que yo estudié-- y en la que se puso tanto empeño en hacer continua, y veremos hasta dónde llegan las compensaciones económicas. Como aviso, en la Comunidad valenciana ya se lleva a cabo, pero se ahorran el gasto compensando al profesorado con cien créditos válidos a efectos de sexenios, traslados y oposiciones; pero lo mejor es que se tiene en cuenta a efectos de la concesión de comisiones de servicio. Como siempre habrá quien se venda por un mísero complemento y ante este panorama de fundado riesgo de perder derechos ya logrados y degradación de las condiciones laborales del profesorado, quedan pocas soluciones: el absentismo, el rechazo, la oposición frontal o la participación activa en las movilizaciones que puedan convocarse al efecto.

Está claro que nuestro sistema se sustenta en los principios de premio y castigo; los esfuerzos económicos y humanos siempre van a los que no los aprovechan en aras de la compensación de dificultades; y si no, que le pregunten a los alumnos que aprueban todo en junio y no tienen que ir a las pruebas extraordinarias; se les obliga a seguir asistiendo al centro, pero no sabemos qué hacer con ellos. A mí se me ocurre que la Administración idee un Plan específico de compensación para alumnos con fundado esfuerzo que consista en llevarlos a practicar inglés al extranjero, a hacer la ruta de los parques naturales o a repasar arte y cultura por las capitales de Europa. Si llega ese día, lo tengo muy claro: me ofreceré voluntaria.

*Profesora de Inglés y miembro del Comité Ejecutivo del Sindicato PIDE.


Periódico Extremadura, viernes 18 de Abril de 2.008



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Esto, señores, es lo que pretende el MInisterio de Educación, después de ampliar el abanico de suspensos en la ESO quieren que los maestros nos convirtamos en profesores de clases particulares.

Menudo roto para un descosio.


Y así quieren mejorar la educación, haciendo ir a los niños que pasan de estudiar por la tarde, al final la escuela pública se convertirá en una guardería porque si los alumnos pasan de las clases por la mañana, más lo van a hacer por la tarde, eso está claro.
Quizá hay casos en los que esto puede funcionar, por ejemplo niños que tienen problemas de abstracción matemática o de comprensión en el lenguaje, pero, para hacer de este refuerzo un arma eficaz se necesitarían especialistas que evaluasen las capacidades de los alumnos, y, esto significaría ampliar la bolsa de empleo y por ahí el Ministerio no pasa, estoy segura.
Bajo mi opinión la solución sería aumentar la plantilla de maestros para disminuir la ratio de las aulas, porque si en cada clase tuviésemos entre 15 y 20 alumnos las cosas serían diferentes, pero esto es una utopía, la realidad es que cada día nos enfrentamos con aulas de Infantil y Primaria que, rara vez, bajan de 30 alumnos, entre los que el nivel sobresale por su amplía gama, cuando no te encuentras que en un mismo aula tienes niños autistas, hiperactivos, de incorporación tardía y de diversidad étnica.
Señores, esta es la realidad de las aulas y esto es lo que hay que cambiar, después ya veríamos si era necesario el refuerzo educativo.

martes, 1 de abril de 2008

Un poquino de ritmo




A partir de ahora añadiré a mi blog canciones que, de una manera u otra, han marcado mi vida, bien, por lo que me sucedió mientras las escuchaba, por el sentimiento que me nació al oírlas o porque sí, simplemente.