viernes, 12 de octubre de 2007





Hoy quiero ser crítico de cine.
No porque entienda mucho del tema, sino más bien porque me gusta disfrutar del séptimo arte.
Hace poco, me recomendaron ver esta película. Decían que había tenido muy buena crítica y que, aunque actuaba Brad Pitt, no era una americanada incomestible, más bien, se asemejaba a un estilo de película independiente y comprometida que dejaba fascinado a todo el que la veía.
Con tan buenas referencias, nos reunimos un grupillo de amigos y decidimos alquilar la peli en cuentión.
Nada más empezar dejaba caer que iba a ser un poco lenta, cosa que odio de las películas porque llevas una hora embobada con la pantalla y aún no te has enterado de qué va el argumento.
En un principio pensé que como el señor Pitt estaba tan comprometido con las guerras y las cuestiones solidarias gracias a la influencia de su guapa esposa trataría sobre el tema humanitario, pero nada más lejos de la realidad.
El caso, que la película cuenta cuatro historias que están interconectadas por hechos muy significativos que suceden en un espacio insignificante de tiempo, todas ellas ocurridas en varios lugares del mundo totalmente opuestos: Marruecos, Estados Unidos, China y México.
Después de llevar una hora y cuarto totalmente atenta a las 34 pulgadas del televisor y embargada por un lado, por la extraña sensación de que no me estoy enterando de nada y que estoy hasta las narices de ver a una pobre chinita desnudarse cada cinco minutos, sin saber muy bien por qué, bueno si lo se, es que la pobre estaba muy salidilla, situación que no entiendo en qué grado esclarece el argumento y la trama de la peli, y, por otro lado, con una angustia de cojones (perdón por la expresión) porque la pobre señora mexicana la pasa canutas y los niños marroquíes no digamos; me doy cuenta que todos los personajes están unidos por un nexo y que la película no parecía tan absurda como yo creía.
Una vez terminada la sesión, los amiguetes que estábamos allí absortos por las imágenes que habían embargado nuestra retina lo primero que hicimos fue mirarnos y reirnos porque o la película era demasiado buena y nosotros en nuestra ignorancia no teníamos una mente tan privilegiada como para entender y extrapolar lo que quería expresar o aquello era un tostón de narices.
Pero yo que todo lo tengo que analizar, la lectura que saco del argumento es que nuestra vida está interconectada por unos finos hilos imperceptibles para nosotros pero existentes y que cuando uno de ellos se rompe no solamente nos repercute a nosotros si no que de manera indirecta van a influir sobre otras personas, todo ello a causa de las malas decisiones y de lo poco que pensamos en las consecuencias de nuestros actos, los cuales, por insignificantes que parezcan pueden cambiar nuestra vida en un segundo.

1 comentario:

Patxiku dijo...

Hola, sigo leyendo tu blog y me encuentro entre frases preciosas y curiosidades que con gusto curioseo ,el comentario sobre "Babel".
Yo cuando la vi, me dejé llevar y cuando terminó me fuí a casa y no pude dejar de pensar en la película en varios días.Me gustó.
Te diré que no era chinita sino japonesa y eso no es lo mismo.Japon es un país lleno de contrastes ,maravilloso.Lo que tu llamas salidilla es algo más.No creo que hayas acertado con el comentario.Perdona pero yo solo veo una manifestación real de como se ve el sexo en un país, que desde luego no podemos compararlo con la visión que tenemos en Espana.
Un saludo.
Agur ,tschüss.