Inspiración, ¡bendita diosa!
que te recorre y te rebosa
como halo de ilusión
entre ternura y pasión,
que te empapa de palabras
que repites cuán música armoniosa,
que salen de tu boca como el vuelo de una mariposa.

Rítmica, presurosa, malvada y caprichosa.

Inspiración, ¡bendito don!
situado entre el delirio y el estupor.