En estos días en los que miro las listas de interinos cien veces y siempre veo lo mismo, he tenido la oportunidad de entablar un interesante debate con unos compañeros sobre la educación, difícil tarea que nos toca ejercer a los maestros en la mayoría de los casos.
Nuestro debate se centraba en si realmente existía la coeducación, tan buscada y promulgada por la ley que escuchamos hablar de ella hasta en la sopa, aunque en la vida real no se den casos tan claros de su existencia.
Comentábamos que los niños cuando entran en la Educación obligatoria, sobre los 3 años, vienen con una conducta aprendida, la cual, en el 40% de los casos no es la más adecuada por distintos motivos. Ahí entra el papel del maestro que tiene que estudiar el comportamiento del niño y la realidad socio-cultural que le acompaña para proporcionarle una educación en valores que se ajuste completamente a su personalidad como individuo.
Ahora bien, el trabajo del maestro, tanto en la etapa Infantil como en la Primaria, se puede ver reforzado o mermado por la colaboración de las familias en esa educación para la vida autónoma. Este es el punto de partida del debate: ¿existe o no una estrecha relación entre la educación en la escuela y la educación en la familia?, o lo que es lo mismo, ¿realmente en nuestros días se da la coeducación?
¿Qué opináis?
jueves, 6 de septiembre de 2007
Educación
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